viernes, 6 de mayo de 2011

Montjuic

Subí a la bici con ganas de ir a la playa pero Montjuic era una opción de silencio mucho mas cercana. Son 5 cuadras en bajada, que hago sin pedalear, y 4 cuadras de subida intensa que hago con la ilusíon de que estoy entrenando.
Montjuic es un especie una montaña-parque , muy grande, con castillos, museos y bares.
Las tardes están lindas.Todavía no hace mucho calor pero las polleras ya huelen a primavera. Está muy buena Barcelona.
Me senté en el bar de una plaza, pequeña y muy vieja.En una mesa estratégicamente cruzada por el sol.La sombrilla, deba una sombra en diagonal que me cruzaba del pecho hacia arriba y me permitía leer y a la vez tener medio cuerpo al sol de tardecita.
Tomé el primer trago de cerveza y me puse a leer.
Las señoras de la mesa de al lado disputaban una competencia de agudeza vocal. Solamente el hecho de que algunas palabras locales todavía me causan gracia, me permitieron concentrarme en Cortázar en vez de perder mi atención en métodos para reventarles una silla en la cabeza una por una.
Leí 2 o 3 cuentos y cuando me distraía se me ocurrían grandes ideas de las que ya me olvidé, pareciera que el hecho de intentar recordarlas o darles cierta importancia las espanta.
Pensé en Bin Laden y se me ocurrieron continuadas teorías de conspiración. Me dí cuenta de que tengo una vocación natural a elaborar teorías conspirativas, y una gran facilidad para inventarlas. Pero también pensé el tema en general. Esta gente de la United States band busca durante 11 años a este chango que es tan importante que genera 2 guerras y no se cuantos miles de muertos. Después de ese fracaso, finalmente lo encuentran. Y lo matan? Y nadie dice nada? No lo capturan y lo enjuician. Lo matan. OK. Nadie dice nada. Acto seguido esta misma gente hace desaparecer el cuerpo. En el mar. De terror. Literalmente.Después deciden no mostrar fotos? Deciden? No es raro para nadie?
Obama anuncia, la banda aplaude y festeja.
No entiendo nada.
Escuché a las señoras estiradas de la mesa de al lado y pensé en el poder mundial que tiene el chisme. Como a cada una de las personas del mundo le gustan los chismes, contar lo prohibido, decir lo que no se dice. La moral indica no contar chismes, no develar los secretos, pero sabemos que nacen para ser eliminados, es su esencia.
Me reconozco chismoso. Pero aceptemos que el chismoso es muy importante. El hecho de contar historias en potencial desplaza la realidad a un lugar mucho mas libre y divertido.
Pensé que en realidad el poder del chisme mueve al mundo.
Pensé en viejitos, en chicos que juegan al futbol, y unas chicas que pasen al perro y comen bombón helado.
Y pedí la cuenta.
Y me volví pedaleando a casa.
A comer un buen jamón que mi boca de turista no termina de creer.

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